jueves, 3 de diciembre de 2015

Diciembre. Cuna de la Luz.
Días que forman poco a poco un lecho para el nacimento de la luz
y a pesar del frio se convierte en cálida cuna que permanece a la espera.
Nada es tan hermoso como sentir, escuchar en el horizonte el despertar
renovado que nos aguarda.
Desde la antigüedad, Martos espera con ilusión, con la sensación excelsa
y profunda de ser Ciudad antigua y nueva a la vez. Con la emoción que nace
en su raíz entrelazada en el fondo de los siglos. Martos conoce muy bien
el misterio de los renacimientos desde su Roca Encantada y Perpetua.
Percibir el inmenso deseo, el radiante impulso, como luz que no cesa.





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