sábado, 25 de abril de 2015



Volando sobre la Roca Encantada.
Incesante es el vuelo sobre esta Roca que es seno fértil de vida. Eterno es el vuelo
de los dioses, pues es Roca consagrada a su divinidad perpetua. Infinitas son la alas
que la rodean y derraman el sagrado aire. Dulce Posada de Ángeles que reposan
su mirada hasta el amanecer. Albergue acogedor de alados rayos de Luna, oferentes
de plata y sublimes creadores de sueños y deseos en la noche.
Volando sobre la Peña de Martos, se descubre el sendero, el camino sereno, apacible,
que desde la tierra, se oculta a nuestros ojos a la espera del suave aleteo de nuestro
corazón, capaz de volar y contemplar otra mirada, otra visión de la vida.

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