Entre los tesoros del Patrimonio de la Ciudad de Martos, destaca por su belleza
y armonía, la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta. En especial me encanta
su portada gótica de principios del siglo XVI. Elegante, suntuosa y llena de detalles
propios del gótico isabelino o gótico final.
A pesar de que el paso del tiempo y algunas cosas más han dejado su huella en ella
todavía brilla con luz propia en la querida Plaza de la Constitución. Una mirada basta
para llenarte de un esplendor que permanece en el regazo de la Roca Encantada.