domingo, 5 de abril de 2015



Sábado Santo en Sevilla. Un día de Primavera espléndido, rebosante de luz.
Una Ciudad radiante, magnífica, sublime. Urbe entregada en sus calles y plazas
siempre despierta y llena de vida. Bañada en aromas envolventes, acogedores
y renovados en cada mirada. Y elevada hasta el cielo la maravillosa Torre de
los vientos y de los sueños, emblemática, hermosa, dorada bajo la bóveda celeste.

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