sábado, 1 de abril de 2017


Por Amor a Jesús. Por Amor y solo por Amor.
Martos es Ciudad y Tierra de Mujeres y Hombres Venerables. Y en Martos
surge la Fe en Jesús en tiempos muy lejanos y es una de las primeras sedes
episcopales de Hispania. Pero en esta tarde de Cuaresma la Roca Encantada desea
recordar no la historia de Martos, no su esplendor en los siglos. Desea recordar
a una Mujer sencilla, humilde, generosa, dulce y entregada. Una Mujer que ya en edad
avanzada aceptó el dolor y la Cruz de Jesús. Es la Venerable Beata Francisca de la Encarnación,
religiosa de la Santísima Trinidad en su Monasterio de la Ciudad de Martos.
Descansa a los pies de Nuestra Señora del Buen Remedio. Patrona y Protectora
de la Insigne Orden de la Santísima Trinidad.
Descansa en su muy querido Templo y Monasterio, entre aromas de incienso, azúcar
y canela. Entre aromas de bondad, cariño y generosidad.


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