martes, 6 de diciembre de 2016



Mi vecino, el pequeño naranjo de la Calle Campiña. Martos.
Hace tiempo apareció en la Roca Encantada muy necesitado de agua
y bastante apagado. Hoy se muestra más bonito y hasta tiene frutos en sus ramas.
Es pequeño y está solo, separado de los naranjos de la Fuente Nueva y puede ser
que por eso le tengo mucho cariño. El agua hace milagros en muchas ocasiones.
En este día de nuestra excelente Constitución, creo que el agua del respeto auténtico
es necesaria para sentir, percibir su enorme valor y asumir, aceptar que es cimiento
de nuestra convivencia en la diversidad de España.

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