lunes, 5 de diciembre de 2016


Calle Real de San Fernando en Martos.
Y por supuesto el hermoso Monasterio de la Santísima Trinidad
tan cerca de nuestro Ayuntamiento y de la Plaza de la Constitución.
Muchos recuerdos, emociones y sensaciones guardo en mi corazón
de este insigne monasterio. Pero sobre todo siempre surge mi primer
contacto con las letras y los números, siendo un niño. La serenidad
que lo llenaba todo para aprender muy despacio y bien.
Sentir las letras que formaban palabras y los números para saber en un principio
sumar y restar. Y cada día al entrar una monja, ya anciana, al inicio de una escalera
y siempre "Ave María Purísima". Unas palabras que reposan en mi interior con cariño.

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