lunes, 19 de septiembre de 2016





A pesar de su juventud, a nuestra Amiga y Reportera "Cleo" le encanta conocer
el pasado de Martos. Presta mucha atención, observa despacio y escucha, pues
creo que se puede escuchar de muchas formas.
Esta mañana la hemos dedicado a regresar a la Fuente Nueva de mi infancia.
El Jardín central, con un aire parecido pero alejado de aquellos años ya lejanos.
La Fuente Monumental, ya por entoncer maltratada, adosada a la cabecera
del Templo de San Francisco. La reja que daba paso a la escalinata que bajaba
hasta las puertas del Templo. Y sobre todo el agua del Pilar, siempre fluyendo
y regalando belleza y sensaciones que nunca se pueden olvidar.

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