sábado, 6 de abril de 2019

Templo de Santa María de la Villa elevado en la Fortaleza Baja de Martos
en un día de nubes, cielo cubierto y lluvia primaveral. Día entrañable de Abril,
sereno, paciente, tranquilo y a la vez portentoso en su belleza.
El antiguo Templo Parroquial se muestra despierto, iluminado con el resplandor
de Nuestra Señora, Santa María, que deja descender su manto sobre la Ciudad de Martos.
Las nubes vuelan sobre el Templo y la Fortaleza y el agua baja del cielo, dando la vida
pues son gotas de agua que son un tesoro, gotas de esplendor para nuestra tierra, nuestro
aire, nuestra ciudad. Martos y el Cielo, una ciudad que no cesa de esperar.


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