miércoles, 10 de abril de 2019



Pequeño Naranjo solitario en la Calle Campiña de Martos.
Una Senda antaño bulliciosa, llena de tiendas y comercios, repleta de vida en los pasos
de tantas personas. En nuestros días permanece en una soledad, en un recuerdo del pasado
de la Ciudad de Martos. El pequeño naranjo, ahora resucitado con las últimas lluvias
es un símbolo verde, vivo, elevado sobre el sendero de antiguos paseantes, caminantes
en la hermosa historia de esta calle marteña.
Desde la Fuente Nueva a la Plaza del Llanete, la entrañable y querida senda espera
con ilusión la Semana Santa. Aguarda el paso de personas entre el resplandor y
el incienso de los desfiles procesionales. También el solitario naranjo, pequeño pero
vivo, comparte el intenso deseo del sendero en estos dulces días de Abril.
El deseo no ocupa lugar y regala esperanza a esta generosa calle de la Ciudad
de la Roca Encantada. Y siempre la vida que no cesa de este árbol en soledad.

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