miércoles, 15 de julio de 2015

De nuevo el Sol aparece entusiasmado en este día de Julio.
Un mes de calor agotador, muchas veces difícil de soportar.
La vida se oculta, se esconde para liberarse de una sensación
ardiente que se abre paso con ímpetu, con la fuerza del aire
envuelto en fuego. Es la desazón del tiempo, de las horas
disueltas en una respiración que cuesta mantener en el desasosiego
de la búsqueda de aire fresco.
Hasta la luz resulta que deja de ser luz para ser espada incandescente,
abrasadora de nuestros campos de olivos. Olivos de brillante armadura
que resisten con poder, valor y deseo de permanecer, la escasez de una tierra reseca.

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