jueves, 2 de julio de 2015

Amante de la por entonces, Villa de Martos. Muy amado por ella.
Francisco del Castillo "el Mozo", Maestro Mayor de Martos.
Su deseo era descansar en Martos hasta el fin del tiempo,
en una eternidad abrazada por su Fe en el despertar a una vida nueva.
En 1586, el Insigne Templo de Santa María de la Villa, acogió su cuerpo
y hasta 1936, la magnífica Capilla de Nuestra Señora del Rosario,
lo guardó celosamente. Después la desolación usurpó a la Nobleza
su espacio, desgarrando, arrasando nuestra herencia de siglos.
A pesar que el Templo de Santa María es de nueva fábrica,
el Amor permanece y el Recuerdo ligado a él. Por eso es importante
para esta Ciudad de Martos tener una mirada de agradecimiento
y respeto. Recordar a Francisco del Castillo "el Mozo"
en un Templo que lo abrazó en sus entrañas.


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