viernes, 16 de agosto de 2019




Muy cerca del Templo de Nuestra Señora de la Villa, en Martos, se levanta esta
gran casa, con balcones y dos hermosos miradores. Ha pasado mucho tiempo
desde entonces, pero yo la recuerdo en mi infancia, hermosa, impresionante para
un niño por su gran fachada. En aquellos años, se asomaba en toda su grandeza,
a la estrecha Calle la Villa y por eso todavía se mostraba más grande y hermosa,
en el angosto sendero que entrelazaba la Calle Franquera con la placeta abierta
junto a la fachada lateral del Templo de Santa María de la Villa.
Destaca un lápida de mármol blanco elevada entre dos balcones.
"Institución Castilla de la Santísima Trinidad María y José".

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