domingo, 16 de agosto de 2015

No es un tronco de olivo.
Es el admirable tronco de un árbol que necesita agua.
A pesar de la sed, permanece verde en sus ramas.
A pesar del olvido está a nuestro lado, sereno y lleno de vida.
Lo comtemplo cada día y me dice que resistir es el secreto.
Esperar sin cesar. Aguardar la bondad, la generosidad, el cariño.
La sabiduría de este árbol es inmensa y descansa en la paciencia,
en el tiempo, en la maravillosa capacidad de todo ser vivo
para esperar, aguardar y resistir.
Me dice que permanecer es su deseo y ojalá el cielo se lo conceda.

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