domingo, 4 de febrero de 2018


Esencia verde y dorada que viene de muy lejos en el tiempo. Llega de tan lejos
y con tanta intensidad que su aroma, sabor y hasta su luz son cimiento y fortaleza
de nuestra Cultura. Aceite de Oliva de Martos.
Podemos mirar un instante al pasado y contemplar como poco a poco la tarde
se oscurece en la antigua Tucci, en la Colonia Augusta Gemella. Pequeños
y grandes destellos aparecen suavemente, lucernas se encienden en los hogares,
muchas de ellas sencillas, humildes, otras son notables en su resplandor. Lámparas
alimentadas con aceite de oliva por toda la ciudad de la Roca Encantada.
En los Templos y edificios públicos del foro e igualmente en los lugares sagrados
más alejados, algunos levantados en el campo que rodea la urbe.
Saborear el instante de la luz, el momento precioso de alumbrar, de crear la luz
de una estrella que aguarda la noche.



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