jueves, 22 de febrero de 2018



Bellísimo Altar de Cultos de Jesús del Silencio. Iglesia Parroquial
de San Francisco de Asís en Martos. La Cuaresma es tiempo de oración,
de reflexión y conversión pero también es tiempo de belleza, sensibilidad
a flor de piel. Días, todavía invernales, para percibir, sentir en lo más profundo
del Ser, la emoción que se desborda como un gran río.
Admirar la belleza de forma serena y hacerla nuestra, cercana, es bueno
para respirar el aire renovado de este tiempo tan hermoso. Creo que la belleza
tiene muchas manifestaciones, aquella que brota en el interior es la más
importante, pues es capaz de permanecer y vencer hasta la misma muerte.
Martos en Cuaresma, una ciudad entrañable y llena de tradiciones que vuelan
en el aire y se respiran.


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