miércoles, 22 de enero de 2020


Senda preñada de historia en sus antiguas entrañas. Calle San Sebastián o Pilarejo
en Martos. El caminante en ascenso o descenso entre la calle Campiña y la Carrera,
puede percibir la vibración de la noble tierra que guarda en su seno, tesoros durmientes.
Podemos sentir la voz de antiguos espacios sagrados y sepulcros venerables que en
siglos pasados se mostraban a las personas que entraban o salian de la antigua Tucci.
Palabras sepultadas que todavía esperan, aguardan el despertar y ver de nuevo la luz
del Sol radiante. Es el inmenso Poder de la Ciudad de la Roca Encantada que reposa
debajo de nuestras vidas, de nuestros pasos muchas veces acelerados que nos alejan
de los ruegos que brotan de la tierra sin descanso. Es Martos, una ciudad de tesoros
durmientes que esperan el beso de amor que los regresen y devuelvan a la vida.



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