Martos es una Ciudad que enamora siempre, a cualquier distancia. Cerca o lejos.
Ciudad abrazada con todas sus fuerzas al tiempo, a los siglos que la crean y conforman.
Mi corazón es suyo desde hace años, mi espíritu es suyo igualmente y mi pensamiento
solo descansa o despierta en las miradas, sensaciones, emociones y sentimientos
que desprende esta Ciudad abierta a tantos horizontes, despejados o en tinieblas,
generosos o escasos, dulces o amargos. Horizontes que no cesan de contemplar
su aliento esperado o inesperado, sereno o agitado, único o multiplicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario