Mirador precioso en la calle Campiña de Martos. Ladrillo, hierro y cristal
en plena conjunción, creadora de belleza. Una Casa con un diseño elegante, sencillo,
generoso en luz en sus balcones y mirador que avanza despacio a una senda muy querida
en la Ciudad de Martos. Una senda, antaño rebosante de vida, desde su importante
actividad comercial. el tiempo pasa y ahora, en nuestros días parece dormir un sueño
que nace del profundo interior, intenso y siempre vivo.
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