"Como Ángeles del Cielo". Podemos pensar que los ángeles están en silencio.
Pero creo que su silencio es atronador, tiene el poder de una voz profunda, intensa,
aunque siempre se escucha en el interior más hondo. Permanecen a nuestro lado,
día y noche, desde el nacimiento en este mundo, caminan junto a nosotros en la tierra
y después nos llevan de su mano a otra vida muy distinta, una vida que ya conocemos,
pues procedemos de ese otro mundo. Es curioso que la muerte en esta vida terrenal
sea el umbral de otra que a pesar del miedo en ocasiones o la negación en otras,
es la nuestra realmente y está en la esencia más íntima del Ser.
Los Ángeles son testigos cercanos de nuestra verdadera realidad existencial,
nos conocen mejor que nadie en esta tierra,  no tienen alas pero el tiempo
para ellos nos es un secreto, lo conocen con intensidad y por eso nos conocen
a nosotros que vivimos en el tiempo.
"Jesús les contestó:
Estáis muy equivocados, por no comprender las Escrituras ni la fuerza de Dios.
Porque en la resurrección ni los hombres ni las mujeres se casan,
son como ángeles del cielo".
-Mateo, 22, 29-30.
Precioso Ángel en el Cementerio de Martos. Lleva en su mano una trompeta
para anunciar el despertar, la resurrección.